En 1792, una residencia en la Glockengasse de Colonia se transformó en el hogar del visionario fundador de la empresa, Wilhelm Muelhens, y en el epicentro del nacimiento de 4711. Según la legendaria historia, Muelhens recibió la receta del preciado “aqua mirabilis” de manos de un monje cartujo, inspiración que lo llevó a establecer una renombrada fábrica de perfumes en la misma Glockengasse. Muelhens no solamente dio vida a una composición de fragancia única, sino que también marcó un hito significativo en la historia de la creación de perfumes.